Sistema de prevención de heladas eficiente y efectivo mediante el uso de neblina, anulamos dicha variable climática con bajos costos de uso.
Históricamente, la agricultura se ha visto abatida por fenómenos naturales. Actualmente, con los cambios climáticos, dichos fenómenos se han vuelto más impredecibles e impactan con mayor intensidad a los cultivos, dejando efectos devastadores en estos. El fenómeno que deja cifras más preocupantes son las heladas, al significar más del 38% de las causas de siniestros en la agricultura nacional y así lo confirma el presidente de Frusexta, Felipe García-Huidobro diciendo que sus resultados son los más graves. Las heladas impactan tanto a nivel del campo, perdiendo toda la producción, como a nivel país, marcando negativamente la economía, lo social y lo laboral, sin mencionar un atraso en el desarrollo nacional.
Hoy en día contamos con dos grupas de sistemas de control de heladas, los pasivos, los cuales tienen un rol preventivo y se ocupan antes de la catástrofe y los sistemas activo, que cumplen la función de mantener la temperatura ambiental sobre los 0ºC durante el siniestro, con el fin de que este no dañe las plantaciones. El problema se presenta en los costos de estos sistemas activos, ya que a ser tan altos (instalación y uso) deja a muchos agricultores sin la posibilidad de acceder a ellos. Por otro lado, tenemos la rigurosidad de uso, ya que cualquier alteración de las instrucciones deja sin efectividad todo el sistema de acción y la helada deja resultados negativos.
Luego, los huertos de cerezos son los más desfavorecidos, ya que, no pueden ser plantados en lugares con menores probabilidades de heladas, porque para poder entregar buenos frutos deben cumplir horas de frío durante la dormancia, pero después, en su florecimiento, no pueden recibir estas temperaturas bajo cero. Su fisiología no es lo único que hace interesante el cultivo de cerezos, sino que a esto se le suma que Chile es el mayor exportador de cerezas a nivel internacional, un mercado que no solo aumenta cada vez más su demanda, sino que también su exigencia de calidad. Sin embargo, son pocos en Chile los que logran captar este beneficio por el alto costo de producción que significa, tanto económico como social. Cabe mencionar que los huertos de cerezos no son asegurados por ningún tipo de seguro.
Lo anterior no descarta el gran potencial de la industria; es un hecho que, al innovar en ésta, la competitividad de este sector productivo aumentaría considerablemente, logrando aumentar la actividad laboral, la producción y mejorando la calidad de los cultivos y de todas las personas que viven de esta. Hoy existe una necesidad de inversión en la innovación y en los cuidados agronómicos, especialmente en la Región de O’Higgins, ya que desde el 2015 ha aumentado un 58% la superficie plantada de cerezos en la zona y un cuarto de su fuerza de trabajo vive de la industria agrícola.