El agua es sinónimo de vida en este planeta y actualmente existe una crisis asociada a la disponibilidad y suministro de este recurso a lo largo de todo el mundo. El problema de la escasez hídrica tiene un alcance global y ha traído fuertes consecuencias en numerosos ecosistemas y sociedades que ya no pueden satisfacer su demanda hídrica. El Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2019 de la UNESCO asegura que para el año 2030 se llegará a un 40% en el déficit de agua mundial, y por ello, los niveles de escasez aumentarán también y se intensificarán aún más por los efectos del cambio climático. Chile, a su vez, es uno de los escenarios que muestran la gravedad del problema: los paisajes han cambiado radicalmente en las últimas décadas, demostrando el efecto devastador de la falta de agua y el cambio climático en forma de sequías y desertificación en zonas que antes mostraban más vida y colores. Hoy la vida es distinta y de otros colores.
El proyecto entrega una plataforma para las comunidades y ecosistemas perjudicados por el problema del abastecimiento y distribución del agua disponible a partir de la introducción de una nueva tecnología que sirva como una nueva fuente de extracción de agua. La estrategia se asocia a la captación del agua ambiental para hacer frente al problema en diversos escenarios, por muy inhóspitos que parezcan.
