KLËM, una iniciativa en Chile, se enfoca en mejorar la calidad de vida de las aproximadamente 30,000 personas con parálisis cerebral, quienes enfrentan complejas dificultades en la comunicación debido a movimientos involuntarios y limitaciones físicas y cognitivas. La pregunta clave que KLËM busca responder es si es posible desarrollar herramientas personalizadas de comunicación para estas personas. La metodología en desarrollo se basa en referentes de diseño y la colaboración con profesionales de la salud, con el objetivo de identificar códigos de comunicación únicos y transformarlos en información comprensible, brindando autonomía e independencia adaptada a cada individuo.
El proyecto ha llevado a cabo casos de estudio que demuestran la posibilidad de identificar movimientos voluntarios dentro de los involuntarios, permitiendo la creación de sistemas que posibilitan la navegación autónoma a través de tableros de opciones. El tercer caso de estudio, con un niño con una afección genética, destacó la importancia de adaptar herramientas a las capacidades específicas de cada individuo, con la conclusión de que personas con parálisis cerebral pueden comunicarse efectivamente mediante estas herramientas adaptadas. Este hallazgo sugiere que individuos con discapacidades de menor magnitud también pueden beneficiarse de herramientas diseñadas para sus necesidades específicas.