A nivel mundial, la población mayor ha incrementado de manera sostenida debido al aumento en la esperanza de vida al nacer, acompañado de una disminución en la tasa de natalidad en las últimas décadas. Chile no queda exento de esta realidad, reflejándose en el aumento de personas mayores estos últimos años, que podría incrementar en un 7% para el 2035, según predicciones. Lo anterior es un tema de suma relevancia, debido al impacto transversal que tiene la vejez en la cotidianidad de las personas.
El envejecimiento trae consigo un desgaste físico propio de la edad, lo que puede ocasionar problemas para realizar ciertas actividades cotidianas, como bañarse o limpiar la casa, llegando a depender de otros para llevarlas a cabo, en algunos casos. Además, este deterioro del cuerpo generalmente incrementa la probabilidad de padecer otras enfermedades.
Respecto a los riesgos potenciales en las actividades cotidianas dentro del hogar, estos se presentan principalmente en el baño y la cocina, siendo esta última donde se genera la mayor cantidad de accidentes. Sin embargo, el mercado de la tercera edad ofrece mayormente implementos de apoyo enfocados en las actividades realizadas dentro del baño. Así, se reconoce una oportunidad para innovar en el área de la cocina para personas mayores.
El propósito de esta investigación es diseñar productos a partir de un análisis de las conductas de las personas mayores, su envejecimiento y cómo este afecta su experiencia dentro de la cocina doméstica, identificando problemas o dificultades que enfrentan al momento de movilizarse y esforzarse físicamente en este espacio del hogar.
Para lograr mejorar la experiencia de las personas mayores en sus cocinas domésticas, se hizo una investigación profunda del potencial usuario, mediante entrevistas, encuestas y focus group con adultos mayores, además de observaciones en terreno, para así plantear soluciones que fuesen lo suficientemente atingentes a sus necesidades y complicaciones.