En el mercado internacional actual se ha visto un aumento sostenido en la demanda de productos agrícolas consumidos en lugares alejados de donde se producen. Este es el caso de la palta, donde Chile posee una posición importante en la exportación a nivel mundial dada las favorables condiciones meteorológicas de la zona centro del país. Este producto está siendo cada vez más cotizado a lo largo del mundo, lo que ha obligado a los productores a innovar en cada uno de los procesos necesarios para la producción de este fruto para así poder mejorar la eficiencia y garantizar los estándares de calidad exigidos por los distintos países a los que se exporta.
A pesar de los diversos avances que se han logrado hasta ahora en áreas como el riego y la fertilización, nos encontramos con que el proceso de cosecha no ha cambiado mayormente en el tiempo, lo cual afecta tanto al temporero por el esfuerzo físico que conlleva esta práctica y las ganancias que percibe por este trabajo, como también a la administración de campos de paltas para la exportación, que buscan mejorar la eficiencia en costos y garantizar la calidad del producto. Esto se refleja en que las principales pérdidas de producción de palta se dan en la cosecha, siendo la falta de pedúnculo la razón más recurrente de éstas.
Bajo la necesidad de cubrir estas diversas problemáticas nace Dipal, un proyecto que busca dar solución a los problemas de actores que tienen incentivos que actualmente no están alineados, y poder hacerlas converger en una sola propuesta que garantice mejorar la eficiencia en la cosecha, bajar los costos de esta etapa y mejorar las condiciones en que se desarrolla este trabajo.
