El sexto informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático destaca de manera contundente la responsabilidad humana en la exacerbación de la crisis climática, llamando a la acción inmediata para abordar sus efectos. La globalidad de la problemática se manifiesta en los impactos palpables del calentamiento global, el deshielo de los polos y la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, afectando a cada rincón habitado del planeta. Simultáneamente, el rápido proceso de urbanización de los últimos 100 años ha concentrado la mayor parte de la actividad humana en ciudades, que, aunque ocupan solo el 2% del suelo habitable global, consumen desproporcionadamente el 80% de la energía y emiten el 75% del CO2, exacerbando aún más los problemas medioambientales.
En este contexto, la investigación propone una solución innovadora mediante la creación de una nueva capa tecno orgánica en el entorno construido de las grandes urbes, siguiendo el concepto de «metabolismo urbano circular». Este enfoque busca no solo reducir la temperatura de las ciudades y mejorar la calidad del aire, sino también proporcionar nuevos espacios para actividades agrícolas dentro de los límites urbanos. Además, se anticipa que este proyecto no solo mitigará los impactos negativos del desarrollo urbano, sino que también activará la participación directa de la población local, generando un cambio significativo hacia la sostenibilidad en el desarrollo urbano.