RIDA busca integrar los datos obtenidos sobre los rangos articulares del pie del usuario con ejercicios determinados por un/a terapeuta para dar respuesta a las necesidades fisiológicas de cada persona, disminuyendo la incertidumbre del paciente. Esto se realiza a través de sensores que permiten la lectura de movimientos y un software que integra la recopilación de datos que se generan. Se construye una tobillera con un diseño semi-flexible que monitorea la amplitud del movimiento del pie mediante los ejercicios de propiocepción. Se logra un diagnóstico con información de la etapa de recuperación en la que se encuentra el lesionado, añadiendo importancia a los procesos psicológicos y cognitivos en conjunto con el progreso de la lesión.
El sector salud y rehabilitación no está ajeno a todo esto, y se ha visto afectado con una mayor cantidad de población sedentaria y con problemas emocionales que le ha perjudicado su calidad de vida. Estos antecedentes se manifiestan en oportunidades de abordar a estos segmentos proclives a lesiones para desarrollar en ellos un sistema de rehabilitación eficiente, con alto grado de innovación y tecnología. Por otro lado, los métodos actuales de evaluación de la propiocepción son muy subjetivos y entregan bajo feedback al paciente sobre su progreso, haciendo difícil el flujo de recuperación de la persona lesionada, aumentando la incertidumbre y disminuyendo su motivación por rehabilitarse.
RIDA pretende ser un aporte para el área kinesiológica integrando el uso de datos en herramientas que generen productos personalizados que disminuyan el sesgo de información y aumenten la motivación del paciente para que su recuperación sea más rápida y eficaz, siempre considerando que el paciente debe ser abordado desde el modelo biopsicosocial, es decir, tratar la lesión sin dejar de lado los factores emocionales y sociales de la persona.
