Unidad Cero surge de la inquietud colectiva de explorar el diseño con desechos textiles, un material ampliamente descartado y problemático en términos ambientales y sociales. En Chile, cada habitante desecha aproximadamente 28 kilos de textil al año. El proyecto aborda este desafío mediante la creación de productos como aislantes, colchonetas, papel, nuevas fibras, y objetos terapéuticos psicomotrices, seleccionando este último como caso de estudio.
La investigación revela que las fundaciones reciben donaciones de ropa en mal estado sin beneficio alguno. La propuesta de Unidad Cero es utilizar estos desechos ya recolectados y seleccionados para fabricar objetos terapéuticos necesarios en centros como ‘Casa de Acogida Cerro Navia’, que atiende a personas con discapacidades motrices. La escasez de implementos terapéuticos asequibles motiva la creación de un conjunto de objetos de bajo costo y producción local, con un diseño innovador y adaptable.
El objetivo es mejorar la accesibilidad y disponibilidad de estos productos para beneficiar a una mayor cantidad de usuarios. Unidad Cero busca no solo abordar la escasez de implementos terapéuticos, sino también promover la práctica de tareas en diferentes entornos y fomentar el desarrollo de habilidades individuales. Además, aspira a demostrar que los desechos textiles pueden transformarse en productos funcionales, cumpliendo con estándares de calidad y brindando ayuda a la comunidad.